Día 4.19 de Junio del 2018
Rumbo al Norte…
Por el camino quisimos parar en un parque canino de Pamplona que me habían dicho y así poder contarte si estaba bien, pero nos volvimos locas para llegar y no pudimos encontrarlo… Así que para no perder más tiempo seguimos camino a San Sebastián.
San Sebastián. Siendo de Cantabria estoy familiarizada con los paisajes del Norte, pero la verdad que nunca te acostumbras a esas vistas tan bonitas. Y San Sebastián nos sorprendió. Pensábamos que era más grande de lo que es, pero es precioso.
¿Dónde nos alojamos?
En Agroturismo Arratzain, en el pueblo de Usúrbil a 10 minutos de San Sebastián. El lugar es un sitio entrañable, como sus octogenarios propietarios.
Llegamos sobre la 13:00 bajamos todas las cosas y comimos algo antes de irnos de excursión. Ese día queríamos algo tranquilo, así que nos acercamos a la playa de Zurriola que había leído que podían entrar perros… pero para nuestra sorpresa estaba llena y estaba prohibido que entrasen ( y eso que era una página conocida…). Como no pudimos entrar nos dimos un paseo alrededor de la playa que también estaba bien, nos sentamos un ratito todos a tomar el fresco en el muro mirando al mar. Desde esa playa se ve a la derecha el Monte Urgull.Esta playa está en la zona de Gros y para llegar hay que cruzar por el puente de Zurriola que pasa por el río Urumea.
Después de darnos un paseo relajante, buscamos un parque canino.Nos dimos una vuelta alucinante ¡y al final lo teníamos al lado! El parque estaba genial ,(en este post os hablo de él.). Los chicos estiraron un poco las patas y como ya era tarde nos fuimos a descansar que al día siguiente nos esperaba, la playa de la Concha, Monte Igueldo, el Peine del Viento…
DÍA 5. Monte Igueldo, Peine del Viento…
Nos levantamos pronto y desayunamos en una terraza del pueblo con los perros, cogimos fuerzas y nos fuimos a San Sebastián. Cómo era Viernes y todo San Sebastián es zona azul, o naranja o roja… vamos que se paga en todos los sitios, al menos en todos los que nosotras queríamos ver. Así que aparcamos bastante rápido cerca de la playa de la Concha.
Dimos un paseo al lado de la playa, hacía muy buen tiempo, Noah y caminar con el sol no es compatible , así que después de un rato nos sentamos en un parque a la sombra para que descansase. (Vigila a tu perro con el calor, no le tengas mucho rato caminando) y terminamos viendo el Peine del Viento, es el monumento más famoso del escultor Donostiarra Eduardo Chillida.
Nos sentamos un rato tranquilas a ver como rompían las olas y a hacernos unas fotos para poder enseñártelo. Ahí mismo hay unos bufones (El bufón es una formación geológica propia de zonas costeras. Se trata, básicamente, de una chimenea natural abierta normalmente en un acantilado, que está comunicado con simas marinas), Axel y Rufo se acercaban porque hacía mucho ruido y les daba curiosidad, pero los pobres se pegaban unos sustos cuando sonaban… fueron la atracción de la gente por unos minutos.
Después de un rato nos pusimos a caminar para poder subir al Monte Igueldo, que decían que hay una de las mejores panorámicas de San Sebastián y queríamos comprobarlo. Hay un teleférico que sube por la montaña ¡Y PUEDES SUBIR CON TU PERRO! Nosotras subimos en coche, porque Axel es un poco nervioso con las cosas que no conoce y no queríamos que lo pasase mal. Aquí te dejamos el enlace con los precios.
Aparcar arriba sí que es gratis, ya que te cobran la entrada. Las vistas como nos habían dicho, son espectaculares, tienes el mar, la ciudad y la montaña en una misma instantánea. Arriba hay un parque de atracciones antiguo, puedes entrar sin problema con los perros, no hay prohibiciones, si subes con niños también es genial porque le puedes montar en las atracciones (se paga aparte). Lo mejor a parte de las vistas, fue conocer a Mentxu y a su perro una mujer entrañable que trabaja allí, fue un placer pasar un rato charlando con ella, una gran amante y defensora de los animales. Recomendamos subir al Torreón porque desde allí vas a tener las mejores vistas de la ciudad.
Después de darnos una vuelta, el sol ya apretaba bastante porque eran como las 14:30 y aparte teníamos un hambre… así que nos resguardamos del sol en una terracita con sombrilla. El chico del bar muy simpático y nos llenó su plato de agua sin problema (te recomiendo la cerveza de la tierra Keler, yo que soy muy exquisita para las cervezas me encantó).
Si quieres hay unos baños que aunque hay que pagar 0.20céntimos, estaban muy limpios.
Como se nos echaba el tiempo encima y el estómago apretaba ya, nos fuimos para el coche. Nos encantó el lugar, te animamos a que lo recorras tranquilamente y disfrutes de las vistas porque son preciosas.
Llegamos a la zona de Pintxos de San Sebastián que se encuentra en el casco viejo a los pies del Monte Urgull. Tuvimos que aparcar un poco lejos porque por esa zona aparcar nos fue imposible. Pero fuimos dando un paseo y nos comimos unos pintxos con los perros en una terraza, y callejeamos por la calles.
Lo más característico que puedes encontrar en la Parte Vieja, es la Iglesia de San Vicente, La Iglesia de Santa María y la Plaza de la Constitución. Las calles son muy bonitas y la gente muy agradable se paraban a saludar a los perros, no tuvimos una mala mirada, como ya nos ha pasado en algún otro lugar.
Después de comer y como teníamos el coche aparcado para tres horas, nos dimos un paseo alrededor del Monte Urgull, está en el Paseo de Berria. Puedes subir andando o en coche, nosotras por tiempo no pudimos subir, esta vez nos tocó el monte Igueldo pero para la próxima subiremos y así te podremos contar de primera mano.
En el monte te vas a encontrar una panorámica de la playa de la Concha, y ahí se encuentra El Castillo de la Mota y el Cementerio de los Ingleses.
Por último disfrutamos de un bonito y relajante paseo por la playa de la Concha, porque ya no hacía tanto calor. No entramos dentro porque en temporada de baño ( 1 de Junio al 30 de Septiembre) está prohibido. Justo enfrente podrás ver la Isla de Santa Clara, que por desgracia para los que tenemos perros, no podemos acceder a ella con ellos en todo el año, pero vamos que ellos se lo pierden.
Vimos el atardercer en el Peine del Viento ya con menos gente, fuimos Axel y yo porque Noah estaba cansada ya y además hacía un poco de viento. Así que nos fuimos a hacer unas fotos.
Cogimos rumbo para la casa rural y nos dimos una vuelta por allí, conocieron a un perro lugareño que se quería venir con nosotros. Y no fuimos a descansar. Recomiendo dentro del recinto de la casa rural, aunque las instalaciones de fuera no está muy bien cuidadas, hay un paseo que te lleva a unos bancos en los que tienes unas vistas fabulosas, con todos los montes verdes…
Día 6. Bilbao y Cantabria
Este era nuestro penúltimo día de viaje, desayunamos por 4 euros cada una en el alojamiento, es un desayuno casero y con zumo de manzana hecho por ellos. También venden sidra, hecha por ellos allí mismo, tenían allí la maquinaria. Todo muy rico. Es un sitio muy antiguo pero para pasar un par de días está bien. Las habitaciones muy limpias, te las limpian todos los días y lo más importante nos dejaron estar con nuestros tres perros. En el restaurante no se puede entrar con ellos, pero les pedimos que si podíamos llevarnos el desayuno a la habitación y nos dejaron sin problemas. Todo es hablarlo.
Pusimos rumbo a Bilbao, porque Verónica nunca había estado y ya que íbamos a ver a mi padre a Cantabria pues nos pillaba de paso. Así que encontramos un aparcamiento cerca del Guggenheim y sin pagar porque era justo la hora de comer y no se paga a esas horas y nos dimos una vuelta a la vera del río. Vimos la araña, el Westy gigante y poco más porque se acababa el tiempo. Volveremos más tranquilamente para recomendarte más sitios.
Y por fin… aunque con tristeza porque se acababa el viaje llegamos a mi tierruca, los chicos están en su salsa allí, antes de ir a casa nos acercamos a la playa de Tagle que como unas mareas se llevaron gran parte de la arena ahora hay mucha piedra y la gente lleva allí a sus perros. Se dieron unas carreras con otros colegas y ya se quedaron relajados.
Y hasta aquí nuestras aventuras por Aragón, Navarra y El País Vasco en un semana.
Si te ha gustado compártelo con mas gente para que vean que sí se puede viajar con nuestros perros.
Boulevard 8,
Federico García Lorca Pasealekua,1.
Nosotras paramos en el del Boulevard y la chica era muy maja nos lo explicó todo muy bien.